Web 3.0: concepto, aplicaciones e impactos para las empresas

abril 16, 2022
La web 3.0 reúne las características del internet de ayer y de hoy, además de añadir elementos de inteligencia artificial. A través de la colaboración continua entre el hombre y la máquina, el futuro promete una experiencia digital más libre y segura sin centralización del poder.

A mediados de la década de 1990, el proveedor de Internet AOL anunció que, a partir de ese momento, los usuarios ya no se sumergirían en Internet, sino que navegarían. El entusiasmo notado en el comunicado reflejó el cambio en la estructura de la web, que comenzó a dar mayor libertad de exploración al público.

Desde entonces, internet es un elemento más que se ha ido revolucionando con el proceso de transformación digital . Lo que alguna vez fue una red principalmente de solo lectura con un número limitado de productores de contenido se ha convertido en una herramienta poderosa y asequible para crear, almacenar y compartir datos.

Todo este proceso nos llevó a la Web 3.0, que marca el comienzo de una nueva era en la world wide web. Comprender sus características es fundamental para cualquiera que trabaje en el escenario del Marketing Digital. ¿Quieres profundizar más en el tema? En este artículo, descubrirás:

  • ¿Qué vino antes de la Web 3.0?
  • ¿Qué es la Web 3.0 y cómo impacta en nuestra vida diaria?
  • ¿Cuáles son las principales aplicaciones Web 3.0?

¡Sigue leyendo y compruébalo!

¿Qué vino antes de la Web 3.0?

Antes de profundizar en la definición e importancia de este concepto, comprendamos qué nos trajo hasta este punto. Después de todo, observar el entorno digital actual sin comprender el contexto de su desarrollo puede dar nociones erróneas e incluso distorsionar su comprensión.

Es necesario entender la web como un fenómeno que ha estado en desarrollo desde su creación, oficializada en 1991. Desde entonces, ha funcionado como una especie de experimento que, si bien está influenciado por el comportamiento de la sociedad, dicta tendencias a escala global. .

Es posible, entonces, separar Internet en eras, caracterizadas por las condiciones tecnológicas de la sociedad y el comportamiento de sus usuarios. Dicho esto, entendamos la Web 1.0 y 2.0, que antecedieron a la que es objeto de este texto.

Internet 1.0

La Web 1.0, la primera presentada al público, fue revolucionaria por iniciar un proceso que continúa hoy: la democratización del acceso a la información. En su momento, la posibilidad de, por primera vez, acceder a contenidos difundidos por todo el mundo con unos pocos clics encantó a los usuarios.

La navegación, sin embargo, ofrecía muy pocas posibilidades de interacción entre el visitante de una página y su contenido. No era posible dejar comentarios, y mucho menos hacer ediciones, como lo hacemos hoy en Wikipedia. Además, la producción de estos materiales estaba extremadamente centralizada.

Esto quiere decir que la creación de contenidos estuvo a cargo principalmente de portales como IG, AOL, UOL y Terra. La búsqueda de información se realizaba en directorios como Yahoo y Cadê, que dominaban el período anterior a Google.

Era un modelo de distribución de información similar a los canales existentes, como la radio y la televisión. Esto significa que la Web 1.0 era un entorno en el que muchos consumían pero solo unos pocos creaban. La situación se revirtió con los años, hasta que llegamos a la Web 2.0.

web 2.0

Si bien la Web 1.0 se destacó por la democratización del acceso a la información, su sucesora inició este proceso en la producción de contenidos. Los usuarios dejaron de tener un rol mayoritariamente pasivo para alcanzar el protagonismo de la World Wide Web.

La web 2.0, entonces, marca la transición de un entorno en el que muchos consumen y pocos crean a uno en el que el público es el principal responsable de crear materiales en línea . Uno de los factores que contribuyeron a este cambio fue la facilidad con la que un usuario encontró —y aún encuentra— crear un blog.

Plataformas como YouTube, Wikipedia y todas las redes sociales han animado a los usuarios a convertirse en creadores de contenido. Esto significó un aumento sin precedentes en el volumen de datos generados diariamente, lo que acabó con el modelo de directorio que utilizaban portales como Yahoo para buscar sitios web.

¿El motivo? Con tanta información, se ha vuelto imposible reunir todos los resultados de una búsqueda en una lista de enlaces. Esto hizo posible el enorme crecimiento de buscadores como Google, que a su vez generó el actual modelo de SERPs, que utilizan criterios SEO para optimizar la experiencia de los internautas.

¿Qué es la Web 3.0 y cómo impacta en nuestra vida diaria?

La Web 3.0, también llamada Web Semántica, reúne las virtudes de sus antecesoras y añade un elemento innovador y fundamental: la inteligencia artificial . En esta era, las máquinas se convierten en aliadas de los usuarios tanto en la producción de contenidos como en la optimización de la experiencia online.

A partir del cruce de datos y el desarrollo del aprendizaje automático, la Web Semántica tiene la capacidad no solo de generar y almacenar información, sino también de interpretarla. De esta forma, la combinación de esfuerzos entre el hombre y la máquina crea una experiencia de usuario mucho más personalizada e interactiva.

Lo más importante es que la Web 3.0 viene a solucionar una de las mayores preocupaciones de los internautas de hoy en día: la seguridad de los datos. Incluso la explotación no regulada de la información de los usuarios por parte de empresas como Facebook representa una centralización excesiva del poder digital en manos de unos pocos.

Para combatir esto, la tendencia es que los usuarios, con el uso de tecnologías como el cifrado, tengan control total sobre sus propios datos. Esto significa que, en lugar de esperar a que las empresas personalicen sus experiencias, los usuarios de Internet, junto con la inteligencia artificial, darán forma a su propia navegación.

El impacto de esta descentralización en las empresas

Si estás atento a las noticias, ya conoces la LGPD. Esta es la Ley General de Protección de Datos, que entra en vigor en Brasil en febrero de 2020. Su objetivo es regular el uso de la información personal por parte de las empresas y prevenir su uso indebido o no autorizado.

Con esto, ya está claro que las empresas dejarán de actuar como intermediarias en la personalización de la navegación de los usuarios, ¿verdad? Con la Web 3.0 esto se refuerza. La descentralización no se trata solo del almacenamiento de datos por parte de las empresas, sino de todo el panorama digital.

Con la ausencia de intermediarios, aumenta la libertad de los usuarios. Podrán crear sus propias redes y ya no serán tan fáciles de alcanzar por los esfuerzos de marketing digital. Plataformas como ZeroNet, por ejemplo, dan al usuario el poder de crear y navegar sitios web sin la mediación de un servidor.

En la práctica, esto disminuye considerablemente el control que las empresas tienen sobre la experiencia del usuario. Si son responsables de todos los aspectos de sus experiencias en línea, los usuarios de Internet pueden, por ejemplo, evitar los anuncios digitales más fácilmente.

Si bien conocer este tipo de tecnología es importante para preparar acciones futuras, aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo. En el siguiente tema, cubriremos los principales ejemplos de Web 3.0 que ya están en pleno apogeo.

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¿Cuáles son las principales aplicaciones Web 3.0?

búsqueda semántica

¿Está de acuerdo en que los motores de búsqueda como Google son fundamentales para nuestra experiencia digital actual? El algoritmo utilizado para clasificar los sitios web busca cada vez más optimizar la experiencia de los usuarios dirigiéndolos a las páginas más adecuadas para la investigación que realizan.

De hecho, es una herramienta extremadamente útil que te permite, a través del Marketing de Contenidos, atraer a la persona a tu sitio web. Sin embargo, ya existe un motor de búsqueda que, en lugar de indicar posibles soluciones a las búsquedas de los usuarios, ya ofrece una respuesta lista.

Se trata de Wolfram Alpha, una herramienta de conocimiento computacional en funcionamiento desde 2009. Allí puedes hacer cualquier tipo de pregunta y el motor te ofrecerá una respuesta exacta , o al menos lo que cree que es correcto. El objetivo es mejorar la precisión de los resultados mediante la comprensión de la intención del usuario.

Para ello se utiliza un sistema que analiza los datos ya registrados por las herramientas y los disponibles en otras páginas web, lo que caracteriza una búsqueda semántica. Lo interesante es que Wolfram Alpha aprende de cada interacción, lo que, con el paso de los años, aumenta el alcance y la precisión de sus respuestas.

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asistentes de voz

Otro ejemplo de mecanismos que explotan los conceptos de la Web 3.0 son los asistentes de voz, como Siri y Alexa, desarrollados respectivamente por Apple y Amazon. Estos software aprenden a reconocer la voz de los propietarios de los dispositivos y, de interacción en interacción, actualizan la información que conocen.

De esta forma, hacen que la navegación de los usuarios sea mucho más dinámica. Así, en lugar de teclear en Google, por ejemplo, cuál es la pizzería más cercana y enfrentarse a varias alternativas, puedes recibir una respuesta sencilla y directa dirigiendo la pregunta al asistente de voz.

Tanto los asistentes de voz como los motores de búsqueda como Wolfram Alpha aún están en proceso de aprendizaje. Esto significa que aún no son capaces de responder a todas las demandas de los usuarios. Aún así, la tendencia es que esta capacidad se desarrolle continuamente con el tiempo.

gráfico tridimensional

Los elementos visuales, como ya sabes, son fundamentales para la experiencia del usuario, por lo que imágenes y videos de calidad ayudan al visitante del sitio web a comprender mejor su contenido. Esto es aún más importante cuando hablamos de comercios electrónicos, cuyas operaciones dependen de la comprensión del producto por parte del consumidor.

La Web 3.0 promete potenciar aún más esta tendencia. A través de los avances en las áreas de realidad virtual y aumentada, ahora es posible usar dispositivos para tener una vista tridimensional de los artículos en exhibición. Ejemplos claros de este cambio se pueden ver en sitios web de museos o inmobiliarias.

Mediante la tecnología de captura de imágenes en 3D, los visitantes pueden realizar recorridos virtuales, observando cada rincón de un entorno como si, de hecho, estuvieran allí.

carteras digitales

Has oído hablar de bitcoin, ¿no es así? La criptomoneda, que ha visto un aumento en su popularidad en los últimos años, les ha dado a muchos un vistazo de lo que promete ser el futuro: transacciones encriptadas, independientes, seguras e instantáneas. El principal culpable de esto no es la moneda en sí, sino las billeteras digitales.

Utilizando la tecnología Blockchain , estas billeteras registran de manera muy transparente información como: quién envió el monto, quién lo recibió y cuándo se realizó la transacción. La información se registra en bloques, que dependen unos de otros.

Para garantizar la autenticidad y legitimidad de las transferencias, las mismas son revisadas por los llamados mineros, quienes son recompensados ​​con monedas digitales. Es, por tanto, un libro de contabilidad pública con información fiable, accesible e inmutable.

herramientas de mensajes

Como ya hemos mencionado, la seguridad de los datos es una de las principales preocupaciones del usuario de Internet moderno. Por lo tanto, es fácil ver que las funciones previstas para la Web 3.0 buscan resolver este problema. Un claro ejemplo son las aplicaciones de mensajería.

WhatsApp, que pertenece a Facebook, es la principal aplicación de mensajería que utilizamos en nuestro día a día. Pero, ¿hasta qué punto confiamos en su seguridad? Al fin y al cabo, ya es de público conocimiento que la empresa estadounidense accede a los datos de los usuarios de WhatsApp para dirigir sus campañas publicitarias.

La solución que propone la Web 3.0 es la descentralización de los datos de los usuarios, que se puede lograr utilizando la tecnología Blockchain. Telegram es un ejemplo de una herramienta que ya invierte en este movimiento. Algunas aplicaciones de mensajería que brindan un entorno seguro para los usuarios son:

  • chat electrónico;
  • Obsidiana;
  • yFirma.

El surgimiento de la Web 3.0 no representa la desaparición de la Web 1.0 o 2.0, sino un paso más en un largo proceso de desarrollo. Conocer las tendencias de este nuevo escenario es fundamental para que te prepares para los cambios que se avecinan, que prometen ser intensos.

Ahora que sabe qué esperar de la Web 3.0, ¿qué le parece entender el futuro del servicio al cliente? Consulta el artículo donde explicamos qué es SAC 3.0 y cómo se puede implementar en tu empresa.